martes, 29 de marzo de 2011

Chachapoyas, una tierra de maravillas



Chachapoyas, una ciudad que tiene mucho que ofrecer para sus visitantes, desde que me enteré de que ahí se encuentra la tercera cataratas más alta del mundo no tenía que dejar de visitarla. Mi travesía comenzó desde Moyobamba, después de 6 horas de hacer varios trasbordo finalmente llegué a mi destino ya listo para deleitarme con los encantos que ofrece. A pesar de ser selva tiene características típicas de la sierra (tanto en el clima, como en los paisajes y flora).

 


Cañón del Sonche
 
Dentro de la ciudad se encuentra el Pozo de Yanayacu, donde según la leyenda, Santo Toribio de Mogrovejo hizo que brotara agua, y los foráneos que tomara dicha agua se quedan viviendo eternamente en el lugar, lo cual no se puede corroborar ya que las autoridades clausuraron el agua que brotaba y se encuentra totalmente seco.

Pozo de Yanayacu

El monumento bandera de la zona es Kuelap por lo que tenía que ser mi primer destino. La ciudadela se ve imponente desde que se comienza a visualizar a lo lejos. Una gran muralla anuncia la llegada al centro preinca formado por varios recintos entre viviendas y centros ceremoniales de forma circular de dos niveles,
el nivel inferior estaba ocupado por el pueblo y la superior por la nobleza pero sin mucha diferencia en forma y dimensiones. Algunas presentan frizos ornamentales en forma de zig zag u ojos.

Los accesos a la ciudad se van estrechando diseñadas para la protección debido a que en caso de un ataque no podría pasar un ejército por dichos acceso. Los accesos son dos al este y otro al norte junto a uno de los torreones pero fue sellado durante el incanato.





Unos kilometros más abajo se encuentra el pueblo de María, en donde conserva el tejido a travez del telar tanto de cintura como de armazón, un laboriozo y fino trabajo del cual se transforma en bellos articulos textiles ccomo son mantas, bolsos, chullos entre otros.

Otro lugar de gran interes es la Catarata de Gocta, la tercera más alta del mundo con 771 metros de altura, más del doble que la Torre Eiffel. No es tan facil el acceso ya que esta algo apartado. Se debe llegar al pueblo de Cocachimba donde se encuentra el puesto de control del camino a la cascada. Después de 2 horas de subidas y bajadas se llega a la segunda caida de 531 metros. El acceso a la segunda es más dificil y larga por un camino empinado de tierra para estar ante la caida de 240 metros.











sábado, 26 de marzo de 2011

Naciente del Río Negro



Había escuchado de un río en Rioja que nacía de las entrañas de la montaña, y que se tiene que tener físico para llegar ya que son 2 horas de caminata y más con el calor que hace en la zona, pero igual me aventure, no me iba perder la oportunidad de conocer.


La travesía comienza de Rioja, donde tomé un colectivo que me dejó en la carretera, a la altura del poblado Porvenir y de ahí comenzar la caminata, el camino es solitario hasta que casi se llega a la naciente donde hay varios caseríos.





Un poco antes de llegar al poblado Naciente del Río Negro hay un desvío el  cual lleva a la naciente del río, de ahí son menos de 10 minutos más de caminata por un sendero sencillo y más o menos marcado.



Después de cruzar un tronco que está como puente finalmente llegué a la naciente. Al llegar pensé que solo era un pequeño riachuelo que salía de la montaña, pero eran varios riachuelos que salían por distintos lados del subsuelo, hasta había uno de más de 2 metros de ancho.

 

El río tiene un caudal es fuerte, por lo que no es recomendable nadar y menos navegar, pero un excelente lugar para distraerse y estar en contacto con la naturaleza.


Hormiga


Un Mundo de Diamantes



Salí de Moyobamba rumbo a Rioja y conocer sus encantos, un lugar que no se puede dejar de visitar es una caverna de caliza en la cual se han formado estalactitas y estalagmitas en su mayor parte.


Para llegar tuve que tomar un carro hacia Nueva Cajamarca y de ahí otro para ir a Naranjos y de ahí comenzar la caminata hacia la cueva, ese día el cielo estaba despejado y el calor fuerte, pero eso no era obstáculo para llegar a mi objetivo.


Después de aproximadamente una hora, se llegó a la entrada, pero primero se debe visitar la casa del encargado por las llaves y una linterna, puesto que la entrada está cerrada con una reja la cual tiene un candado y adentro es totalmente oscuro. Pensé que el encargado acompañaría por lo menos para abrir el candado, pero me dio las llaves y la linterna y dijo que cuando saliera cerrara y  devolviera la llave, bueno para mi no e problema.


El sendero desde el camino hasta la cueva estaba cubierto por maleza en algunos tramos pero lo bueno era que estaba marcado. Alrededor hay cultivos de  maíz, café, arroz, yuca, plátano, entre otros.


Una vez dentro y encender la luz de la linterna, es otro mundo, formaciones de calcáreas por donde mirara, de todos los tamaños y formas, es impresionante. Tiene varias galerías de distintas dimensiones  pequeñas y otras de grandes dimensiones que sobrepasan los 15 metros de altura y más de 20 metros de diámetro, algunas con el techo alto y otras que se tiene que caminar agachado, siempre mirando al techo para no golpearse la cabeza con alguna estalactita. La mayoría de las entradas que comunicaba una galería con la otra son estrechas y se pasaba con las justas.


Es una experiencia que vale la pena vivir, tienen que hacer ese viaje al interior de las entrañas de esta bella región de la selva peruana.